

La celebración comenzó desde el día anterior: los fieles compañeros que viernes tras viernes nos reunimos enarbolando la consigna de nuestra recuperación emocional, pye de piña de por medio, cantaron al unísono el siempre recordado: “Cumpleaaaños feliz, cumpleaaaños feliz, cumpleaaañoss ….”.


Finalmente, despedí el ‘dia especial’ en el Chifa Hong Kon rodeado de mis amigos de la Iglesia, cuando todos ellos se acercaron a saludar por el cumpleaños de Angie, después de la medianoche. Matamos a dos pájaros de un solo tiro, yo terminé mi cumpleaños cuando ella comenzaba el suyo.

2 comentarios:
Yeee ahora si puedo hacer mi comentario =)
Te decía que aunque no te llamé, me acordé y tu sabes que te deseo lo mejor siempre =D
Estoy segura que la pasaste super cheere con la gente que estuvo cerca y tb los que nos acordamos =P
Besitos, NUESTRO PROYECTO SERÁ LO MÁXIMO!!!
~lau
q rico! jaja
d i a n a
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